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Mostrando entradas de noviembre, 2021

Daguerrotipo de la postguerra, cinco

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 V.-  DE LOS REFAJOS AL  SHORT.    La ya escasa generación de los que actualmente nos deslizamos por  la década de los ochenta, ya nos hemos ido acondicionando desde hace unos años a casi todos los incontrovertibles cambios sociales, ideológicos, técnicos, etc., pero  quizás uno de los más notables e influyentes en la actual sociedad, ha sido el que ha experimentado la mujer española que, con esfuerzos y dolores  de parto,  ha ido arañando, escalando y rescatando las escalas de la personalidad, la dignidad y el derecho. Ha sido la  lógica rebeldía  de las forzadas  marginaciones, desprecios e ignorancias sobrellevadas por  la influencia de la cultura árabe y la judía,  que junto con la secular misoginia de la Iglesia Católica, habían ido marginando tradicionalmente su  participación y su opinión, hasta limitarla  prácticamente a trabajar y parir, sin olvidar que en 1563 hubo un Concilio en el cual se estuvo debatiendo largamente si la mujer tenía o no tenía alma… y  aunque parecía que 

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CAPÍTULO 8 -¿Perdona? -Eso. Y si, es una invitación. Carmen no podía aguantar la risa. La pilló con la comida en la boca y tan de repente como a Loli. No se soportaban, se conocían desde hacía menos de un mes se tiraban puyitas a cada minuto, y la estaba invitando. Su cara era un poema. -Vale, nos vemos luego.. Buena tarde. Prefería desistir a tener una negativa. -Mejor a y media. -¿Perdón? -Que mejor a las siete y media. Antes no puedo. -Perfecto. Allí estaré. Hasta luego. -Y tú…..ni una palabra. -No, no, si yo no digo nada. -Ya. Por si acaso. -Oye, ¿con quién vas a dejar a Nolito esta noche entonces? -¡Imbécil! Al final se rieron las dos. No era para menos. El tonto aquel la había invitado después de que ella lo tratara de aquella manera por la mañana. Y lo que era peor. Había aceptado. ¿Por qué? Bufff…..pregunta difícil. La teoría de Carmen era que le gustaba, o con palabras más sutiles …. “te pone”. El caso es que por primera vez en mucho tiempo había quedado con un chico. El resto

Daguerrotipo de la postguerra, cuatro

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 IV.- LA PICARESCA TRIUNFANTE.       La “pertinaz sequía”, el aislamiento político internacional y la consiguiente cerrazón del sistema, eran sobrellevados con mejor o peor talante por muchas personas de bien, pero la falta de alimentos producía las críticas solapadas  y  murmuraciones  sobre  las imposiciones restrictivas y las injustas prebendas que gozaba la derecha dirigente. Durante varios años después de la guerra y concretamente hasta 1952, existía la llamada cartilla de racionamiento familiar, prácticamente el único medio de adquirir a  menor precio los alimentas más indispensables. Los cupos semanales, consistían en unas escasas cantidades de lentejas, arroz, garbanzos, sopa de hierbas, harina, patatas, aceite y otros productos similares que se adquirían en las apadrinadas tiendas llamadas de ultramarinos, aunque realmente no había nada que viniera de otros mares, más que el bacalao y los arenques. Las carnes, pescados, huevos y verduras, solo se permitía vender en los sucios

Daguerrotipo de la postguerra, tres

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 III.- UNA CALLADA CLASE  INFORTUNADA.   Resulta muy difícil el argumentar cuando una guerra es justa o no. Historiadores, sociólogos y juristas de distintas ideologías, han llegado  diversas conclusiones, teniendo casi siempre en cuenta los antecedentes, circunstancias, motivaciones, quién y/o  en nombre de qué se inicia el conflicto, etc., y también es muy importante el valorar el posterior desarrollo, actuación, legitimidad y conducta de los vencedores, incluida   su  consecuente actitud humanística  con los  perdedores.  Tampoco es fácil hacer después una calificación objetiva, cuando los triunfadores  deforman  maliciosamente  los datos y cifras de las personas civiles de los dos bandos que fueron eliminados detrás de las trincheras en pueblos y ciudades, por lo cual se puede considerar como legítimo,  especular sobre los posibles motivos e intenciones  de quienes así las divulgan, dejando oficialmente plasmada la versión  discriminatoria, de  que unas víctimas fueron perversa y c

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 CAPÍTULO 7 Loli no estaba acostumbrada a tener libre un día por semana, así que después de dos cafés pensó que lo mejor era volver por el bar. Quizás hubiera novedades y con un poco de suerte se ponían a trabajar antes de que terminara la mañana. Durante el trayecto le preguntaron varias veces por lo que había pasado. Las respuestas eran rápidas y cortantes. “Robaron”. Y punto. A veces sin detenerse siquiera. Lo único que quería era llegar y ver a Carmen. La necesitaba cerca. -¿Qué tal? ¿Algún avance? -Si, voy haciendo cosas. Ya llamé al seguro y vinieron los de la persiana y la puerta. La persiana está arreglada y la puerta están en ello. En una hora dicen que lo tienen. Y…..estuve viendo una cosa. Ven, te lo enseño. -Las cámaras. -Si. De algo tiene que servir. -¡Qué perra! No me esperaste. -Pues….no, me pudo la impaciencia. En el ordenador de la oficina tenían un programa en el que podían buscar las grabaciones de sus cuatro cámaras. Lo habían puesto hacía dos años, y aunque Carmen

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  CAPÍTULO 6   Nico salió de casa cómo siempre, con cara de dormido y encogiendo los hombros. Hiciera la temperatura que hiciera, el gesto era siempre el mismo. Era como un mecanismo de defensa. Luego ya se soltaba. Unos portales después caminaba como una persona normal. Mientras se acercaba al Garage no dejaba de pensar en la morena que lo atendía habitualmente. Aquella coleta le traía por la calle de la amargura. Y no sólo la coleta. La chica era hábil, rápida de reflejos, y no se quedaba con ellas. Las devolvía. Si la picabas entraba al trapo. Esa sensación le gustaba. La indiferencia era mala, pero que alguien te diera caña no era tan malo. Esa era su teoría. -¿Qué ha pasado? -Si miras el cartel lo entenderás. -Ah….que os han robado. Joder, ¡qué mal! -Pues si, pero ná, mañana estamos otra vez trabajando. -Y la otra chica….¿está bien? -Si si. Cuando llegó ya había pasado todo. -Menos