Microrrelatos de terror
El aliento
El cálido aliento en su nuca la tranquilizaba, hasta que recordó que dormía sola.
Rafa García Meseguer.
Nanas
Adoro las nanas que me canta mi padre cada noche antes de dormir. Su voz suena fenomenal gracias al eco en las paredes de madera. Mi madre, sin embargo, dice que no son horas de ir al cementerio.
Ary Blue
La esquina
Apago la luz y lo noto en la esquina de mi habitación. Impasible. Enfermizo. Sus ojos clavados en mi y su boca entreabierta. No se que quiere, soy incapaz de hablarle. Me giro y rezo para que se marche. Nunca lo hace. Y cada día se acerca un paso más.
Carlos Moregó Gómez
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