Viernes de poesía, Fernando Balbuena



Entre tú y yo no habrá absolutamente
Más que una lealtad apasionada;
Recordaré el fulgor de tu mirada

Sin un mal pensamiento tras la frente.

No se verterá un llanto inútilmente
Ni habrá una margarita deshojada
Con la muerte pequeña y desolada
De un corazón de pétalos ardiente.

Habrá, eso sí, un recuerdo de belleza,
No exento de un poquito de tristeza,
-Igual que la acidez del mejor vino-

Pero el sabor de miel del sentimiento
Mitigará el dolor de algún momento
En la ancha soledad de mi camino


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