Viernes de poesía, Manuel García Estadella

 


DEJANDO
EL ALMA




 


Te vas dejando, lentamente, el alma,
el corazón se queda al lado de la mar,
los besos de la aurora van dejando
toda tu vida llena de vieja soledad.

Al filo de la tarde, cuando el día
se quiere mansamente retirar,
también se va tu vida hacia la noche,
hacia los arco iris, hasta el sueño final.

Andar viviendo así toda esta vida,
es una mascarilla anclafa en tu mirar,
anclada en tu dolor, que cada aurora
no sabes si volverá a despertar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cine

Desconciertos sobre el cuerpo, el alma y la muerte

Carta