Manuel García Estadella

FIESTA EN
CUDILLERO


Amores cautivos
van por Cudillero
cuando la campana
se oye repicar
en el campanario
de la vieja iglesia
lanzando su canto
hacia el ancho mar.

Cada vez que tocan
con este sonido
de amor encendido,
me pongo a llorar.

Dicen que hoy es fiesta,
San Pedro bendito,
capitán del puerto,
general del mar.

Del azul del cielo,
bajan lentamente
un millón de estrellas
para celebrar
la fiesta del oueblo,
San Pedro y San Pablo,
la tierra y el cielo,
el cielo y el mar
se visten de gala,
sacan del armario
todo el arsenal
de ropa y vestidos,
de besos y sueños,
rosas y claveles
lleva todo el pueblo
juntos al altar.

Rumos cadencioso,
Cudillero andando,
la Fuenti'l Cantu,
la barca en la mar.
Mientras Cudillero
viva en este pueblo,
no habrá un viento
para naufragar.

Corazón marino,
navegante, el puerto
lleno de fragatas
para navegar.

El Señor San Pedro
con la Amuravela,
un beso de vela
listo para andar
por esas mareas,
por mares lejanos
donde Cudillero
siempre soñará
con esos luceros
que salen al alba,
que llenan mi alma
en mi oscuridad.

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