DÍAS DE POEMAS, MANUEL GARCÍA ESTADELLA
LA DULZURA
DE UN BESO
Yo subía la cuesta
de regreso a tus brazos
entre las madreselvas
del pequeño jardín.
La sequía de un sueño
me llevaba en volandas
por los campos y prados
que morían por tí.
De repente, escuché
en la larga espadaña
de la iglesia del pueblo
la campana gemir.
Regresaba del monte
una brisa ligera,.
un olor a manzana,
un silencio sutil.
Recordé aquella tarde
la dulzura de un beso,
el amor de una madre
que se fué sin sentir.
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