A MI MADRE Amo esta tierra donde naciste mujer, esposa, el vendaval que empuja al viento esta barca rota que no navega si tú no estás. Madre y amante de esta semilla que va creciendo junto a la mar, por esos valles, por las aldeas, los arrabales de la ciudad. Sin tus caricias, sin tus desvelos, no queda nada con qué soñar, eres la reina de las marismas, xana y princesa, fuerza inmortal. Cada mañana, sueño tenerte junto a esta vida que morirá cuando, una tarde, venga la dama de los luceros, sin más ni más, a la deriva de las auroras, buscando el alma, sueño fugaz, de este delirio que, sin tus besos, es un desierto, noche en el mar. Mujer, señora, dueña de un sueño, viento del norte, la oscuridad se vuelve alba, la madrugada cuando tú quieres enamorar.