CATORCE DÍAS DE POEMAS, MANUEL GARCÍA ESTADELLA

CONJURO DE GAITA
(Dedicado a Pedro Mier,
y a Gloria)




Sonaba una gaita
surcando la brisa,
deprisa, deprisa,
hasta el corazón
del centro de Asturias
donde estaba Gloria,
la xana encantada
por un gran amor.
En una quintana
de sueño y de vida,
estaba la niña
en una prisión
de noches y lunes,
envuelta entre sombras,
en la asechanzas
de un fiero dragón.
Las notas llegaban
cruzando cornisas,
meandros, marismas,
los rayos del sol.
El son de la gaita
llegó, recordando
a los Picos de Europa
con una canción
rompiendo el conjuro
de brujas y brujos,
besando los vientos
de un sueño de amor.
La gaita, el gaitero,
poeta Don Pedro,
mató con su canto
al pobre dragón.

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