Hola, incansable informadora que, entre tensiones y euforias, nos dedicas todos los días un ratín desde tu baluarte de paz. Para paliar un poco mi aparente desapego, me acercaré un poco para contarte algo de nuestra escenario., mientras te tomas un cafetín en tu rinconín… Por aquí , hacemos una vida bastante condicionada por las circunstancias de ser la ciudad que manda, la que dictamina, la que fuerza y que también recibe y esparce la cloaca general del país. Entre tanta gente, con diversas situaciones, culturas e intereses, vamos intentado mantenernos dentro de la mas elementales y lógicas medidas de seguridad, tratando de evitar el contacto, el ambiente y las relaciones que no sean imprescindibles y que mantengan unas defensas razonables, pero no tenemos absolutamente miedo alguno, aunque sí un cabreo casi constante, ya que hay informaciones y consejos que parecen ser producto de unas reuniones de personas que juegan a ver quien dice algo que mueva al personal y l
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