El cuento del mes

UNA MADRE A mi madre, a tu madre, a la madre de todos, al cariño más grande que has tenido en la vida. A esta mujer que arde con amor de una hoguera que te quema de noche, que te quema una tarde. que te quema al arrullo de la aurora que viene, o si muere la tarde en una atardecida. A este amor sin fronteras, sin barreras, sin aire, cuando muere y se esfuma una dulce alborada. Este amor tan sublime que no quiere dejarte aunque muera en el viento y no pueda mirarte. Esta larga agonía cuando muere la tarde y se va para siempre, para siempre una tarde.

MUCHOS BESOS Muchos besos, mi amor, con tus labios de seda, muchas dulces caricias con tus manos de hada. Muchos sueños se van todas las madrugadas con el eco y la voz que me dejan tus lágrimas.

SIN RUMBO FIJO Los años van pasando contando primaveras que se fueron quedando en las estrellas. Minutos y segundos de una noche cualquiera fundidos en las horas pasajeras. La vida difumina su vida con el tiempo marcado en un reloj de sol y arena. Las ansias, las quimeras, bailando con los sueños, se quedaron, de pronto, prisioneras. Ser marchan pasajeras por los mares, rumbo, las naves sin piloto con las mareas. Se van las golondrinas muy lejos de sus nidos surcando el ancho cielo sin rumbo fijo.

SALDREMOS A LA CALLE Saldremos a la calle, después de tanto tiempo, iremos con el viento cruzando la ciudad. Saldremos a los valles, caminos y caleyas, buscando el horizonte lejano de la la mar. Saldremos por el aire, con la brisa y el viento, surcando el ancho cielo con sueños sin igual. Bailemos con el baile que tantos desconsuelos hicieron que los besos no pudieran llegar. Saldremos a la calle las niñas y los niños, buscando los secretos de volver a volar.

RÍO Me hubiera gustado ser un río con agua clara que recorriera a través de los valles y de vaguadas. Que bajara de los montes, de la sierra, de las brañas, besando tejos y robles para morir en la playa. Ser Uncín o ser Esqueiro hasta el mar cada mañana, por la tierra donde muero de noche y de madrugada. Me hubiera gustado ser río y mar, el mar y el agua, el remanso de un vergel donde descansara el alma.        PENA                                                                       Tenía un amor cubierto de estrellas, de luna y de mar, de cielo y de fiesta. De brisa fugaz de dulce marea que viene y se va desnuda a la arena. Tenía una flor de miel y can...

LLORO POR SANT JORDI Lloro por Sant Jordi, lloro por la vida que nos deja solos en medio del día de libros y rosas, de besos, caricias en poemas rotos, palabras vacías. Lloro por el sueño roto en una esquina, en cada ladrillo de cada avenida. Lloro por Sant Jordi, rosas con espinas, libros sin palabras, los versos sin rimas que llenan el alma dulce de la vida como un sueño eterno, pena y alegría. Cuando un día pase esta pesadilla, se llenará todo de rosas y rimas: libros de poemas, versos de una vida rota en mil pedazos, rota en una esquina.

COMO LOBOS Como lobos hambrientos, como hienas salvajes se lanzaron furiosos a su cuello de nácar. Le comieron los ojos, destriparon su cara, en el pecho bullían cuatro ríos de sangre, cuatro buitres sedientos en la roja pomada que salía a borbotones por la faz de su alma. Ni los huesos dejaron, ni los tuétanos, nada; de aquel cuerpo quedó sólo polvo en el aire. La migaja del ser, se quebró en la ensenada donde la vida muere en cada madrugada. Poco a poco, la furia se acercaba a las casas con cuchillos de fuego a las puertas cerradas. Todo aquello ¿fue un sueño en la noche cerrada donde mueren los sueños?, después, no queda nada.

MÁS ALLÁ DE LA MAR ¿Dónde están los amores que se fueron buscando una vida y un sueño más allá de la mar? ¿Dónde están los suspiros que se fueron tan lejos que dejaron mi alma en un largo penar? ¿Dónde están los luceros que dejaron a Asturias y no fueron capaces de volver a brillar? Los amores, un día, se volvieron suspiros y quedaron los vientos sin poderla encontrar.

PONIENTE (A Labordeta) Tienes la soledad de los atardeceres cuando se va la luz perdida en los barbechos. Tienes la soledad metida en tus zapatos y el manto de la nieve cuando viene el invierno. Tienes la sequedad dormida en tus mixturas, horizonte en el mar de polvo en el desierto. Tienes la liviandad del sol cuando anochece y un frío sepulcral en las huertas resecas.

DAGA Y PUÑAL (Por todas esas muertes absurdas de mujeres solas en el desamor) A la carrera, llega la muerte por la avenida del arrabal. Corre la niña, corre la muerte detrás de un sueño, junto a la mar. Carrera y muerte, muerte y olvido, el asesino la matará con dos puñales, el amor mío, junto a aquel río se morirá. Una paloma, una caricia, un beso ciego, un gavilán. Herida honda, pecho de fuego, sangre y alcoba, muerte en el mar. Barco velero, brisa en la noche, rumbo perdido, va a naufragar. La golondr ina cae el en ruedo, la muerte asoma, daga y puñal.

UNA MIRADA Una rosa es una rosa, una caricia, un te quiero, una aurora es donde asoma cada mañana un lucero. Un sueño es ver tu sonrisa en tu carita de cielo cuando me mandas un beso con tus labios de cristal. Una brisa es cuando el viento quiere decirte mil cosas acariciando el silencio en tu dulce despertar. Un abrazo es un abrazo, un amor, un desconsuelo, cuando desde esta distancia ya no te puedo mirar. ESTA TIERRA Que hablen estos valles de todas las ausencias, de todas estas casas que quedaron desiertas. Que hablen estos mares, que hablen las luciérnagas de las noches sin luna y de la luna llena. Que hablen los paisajes en las noches serenas de las viejas aldeas dormidas en la hiedra. Que hablen los millones de sueños, que se quedan en medio de la nada buscando a las estrellas. Que hable el camposanto y las campanas huecas de tantos desenga...

UNA MADRE Una madre, un amor, una brisa que llega desde el fondo del valle donde duerme una estrella. Un cariño, una voz, una boca que besa con sus labios en flor, con su piel de canela. Una nana, canción de una noche serena, un remanso de paz cuando sueñas con ella. Un desierto, prisión de una larga condena cuando sabes que ya no volverás a verla. Una madre, un sol, madrugadas de fiesta, recordando el amor de una mujer tan tierna.

MUERTE DE UNA DAMA Cerraré tus pupilas de fuego cuando venga la muerte a buscarte, lloraré con mis lágrimas, luego que se haya marchado tu alma. Guardaré todos mis desconsuelos en el mar azul de tu mortaja, soñaré con tu luz y tu cielo más allá de las luces del alba. Moriré con tu cuerpo y tu escarcha en el viejo rincón, donde el viento se arrebuje una noche de otoño, una noche cerrada de invierno. Partirás a los valles dorados donde queda dormido el olvido, donde sueña una rosa tranquila con el sueño de amor escondido. Gritaré cada nueva alborada cuando el sol vaya andando en silencio entre espumas de blanca marea y arco iris de brisa y espinas.

¿A DÓNDE VAS, EUROPA? ¿A dónde vas, Europa, con tantos corazones desnudos de cariño  que vas dejando atrás? ¿En dónde está tu alma de madre y redentora, de sueños que una lágrima pudiera consolar? No eres más que el fracaso de tantas ilusiones rotas en mil pedazos en los campos eternos donde mueren tus hijos, desnudos de cariño, entre los amasijos de tu pérfido amor.

CONJURO DE GAITA (Dedicado a Pedro Mier, y a Gloria) Sonaba una gaita surcando la brisa, deprisa, deprisa, hasta el corazón del centro de Asturias donde estaba Gloria, la xana encantada por un gran amor. En una quintana de sueño y de vida, estaba la niña en una prisión de noches y lunes, envuelta entre sombras, en la asechanzas de un fiero dragón. Las notas llegaban cruzando cornisas, meandros, marismas, los rayos del sol. El son de la gaita llegó, recordando a los Picos de Europa con una canción rompiendo el conjuro de brujas y brujos, besando los vientos de un sueño de amor. La gaita, el gaitero, poeta Don Pedro, mató con su canto al pobre dragón.

CAE LA NIEVE Cae la nieve en agosto, en enero, la calor va buscando en el sendero pedacitos  de tu amor. Van brillando los luceros, madrugadas de arrebol, van cantando los jilgueros canciones de desamor. Dos promesas y un te quiero, un sueño del corazón en diciembre o en febrero, con la luna y con el sol. En marzo y abril, el viento, cada mayo soy la voz de un octubre que no quiero olvidar en un rincón. Julio y junio, forasteros de los besos que no doy, en septiembre, me condeno en la noche del perdón, En noviembre, estoy quieto bajo un ciprés redentor en las puertas del infierno, mortaja de salvación.

MI ALMA Se que queda dormida la noche en los besos sutiles del alba. Se que queda dormido un lucero agarrado el confín de tu alma. Se me queda prendida la tarde de las luces de una  madrugada. Se me queda sin viento la aurora abrazada a tu vida lejana. Se me quedan los ojos sin cielo, sin la llama del sol que me abrasa. Se me duerme el sabor de tus besos en el fondo muerto de mi alma. CANSADO DE QUERERTE Metido en una nube, me llevo el desamor de tu mirada, de tu mirada llena de vacíos, de tu vida vacía y de tu muerte. De tu muerte, que escapa cada noche tu vida, que anochece en una espesa noche de sombras y de vidas que se mueren. Se mueren cada tarde las tardes de tu vida y de tu muerte como se muere el día, cansado de quererte. AMOR SIN BARRERAS Ventanas a la calle, besos...