El cuento del mes

    Moisés rompiendo las Tablas de la Ley    - ¿Aún se atreve a blasfemar aquí mismo?. Dios mío, llamar ídolo grotesco a la Virgen de los Dolores.- contesto el sacerdote, adoptando una cara de escandalizado, pero dejando el tuteo.       - No sé si es o no blasfemia, ni tampoco me intranquiliza nuestra reacción como visitantes ante esa imagen que, aunque usted lo diga, no es la Virgen de los Dolores. En todo caso y para ser exactos, es una tétrica interpretación, una estatua o un fetiche, como quiera llamarla, que pretende representar a una hipotética virgen, cuya figura o aspecto real, no creo que lo haya visto nunca su poco afortunado autor y mucho menos con esos puñales clavados.       .- Pues es una imagen sagrada, que se le adora, se la respeta y se la venera con gran devoción popular. – replicó rotundamente el cura.       - ¿Sagrada una figura, hecha por el hombre?- pregunto Vicente, poniendo él a su vez cara de fingido asombro.       -

PATRIOTERISMO CONTAGIOSO… Carlos Rodríguez-Navia . PATRIOTERISMO CONTAGIOSO. En la época del franquismo, las únicas manifestaciones que se permitían, siempre estaban publicitadas, organizadas y controladas por el sistema. Los medios de comunicación, colaboraban y contribuían insistentemente a su propagación, y generalmente la participación popular, voluntaria o forzada, era masiva bien por convicción, por miedo, o por la exigida justificación laboral, movilizando incluso a campesinos y labradores de pueblos y aldeas, mediante medios de transporte gratuito, bocadillo de queso y botellita de vino incluidos. En la democracia, los distintos partidos políticos las organizan con tiempo preparando pancartas, carteles, consignas, banderas, símbolos, emblemas, gorritas y silbatos, con un desembolso bastante fuerte, en parte procedente de la interesada aportación de empresas constructoras, determinados bancos y los periódicos, cadenas de radio y televisión d