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Mostrando entradas de noviembre, 2020

Viernes de poesía, Fernando Balbuena

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  De vez en cuando un soneto Contra viento y marea fui a buscarte Y tú esperabas mi llegada ansiosa. Estabas tan radiante y tan hermosa Que no podía por menos de adorarte. Las ganas de tenerte, de abrazarte, De compartir contigo una dichosa Vida de amor y bien, maravillosa Era lo que llevaba para darte. Tú me dabas a mí tu tierno encanto Ningún bien terrenal acompañaba El encendido amor que nos unía. Solo nosotros dos éramos tanto Que cualquier otra cosa nos sobraba Y un perfume de gloria nos vestía.

Viernes de poesía, Manuel García Estadella

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  VAPOR DE SUEÑOS      Vapor de sueños, amor del alma, luna en el fondo de un pedregal, aurora llena de sueños rotos en la condena de tu mirar. Brisa en la nieve, marea blanca, lluvia de orbayo en el corazón, camino viejo de muerte sola en la alacena de una prisión. Los laberintos de una cancel donde se guarda todo mi amor, solo y cansado, lleno de rabia, porque no puedo vivir con vos. Amaneceres en esta playa donde tu barca quiso matar la vida suave de una caricia llena de olvido, luvia de mar. Las caracolas que hay en tus ojos, me van matando con su mirar cuando la tarde se muere sola detrás de un beso que me darás.

Viernes de poesía, Fernando Balbuena

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  De vez en cuando, un soneto Si pudiera volar, volar querría Allá donde la luz es limpia y pura, Allá donde se muestra la hermosura De una tarde que muere cada día. Y en la más escondida lejanía Donde ni el bien ni el mal sean atadura Sentirme libre, sin que la amargura Enturbie el discurrir de la alegría. Allá donde el recuerdo del pasado Con sus condicionantes de tristeza Se borre para siempre y sin retorno. Allá donde un presente enamorado Me inunde el corazón y la cabeza Del perfume que emana de tu entorno.

Viernes de Poesía, Manuel Garcia Estadella

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  DEJANDO EL ALMA T e vas dejando, lentamente, el alma, el corazón se queda al lado de la mar, los besos de la aurora van dejando toda tu vida llena de vieja soledad. Al filo de la tarde, cuando el día se quiere mansamente retirar, también se va tu vida hacia la noche, hacia los arco iris, hasta el sueño final. Andar viviendo así toda esta vida, es una mascarilla anclada en tu mirar, anclada en tu dolor, que cada aurora no sabes si volverá a despertar.